¿Tomar pastillas o alcohol antes de volar ayuda realmente?
Mucha gente me dice lo mismo:
"A mí me funciona tomarme una pastilla o un par de copas antes de volar."
Y yo siempre pienso lo mismo:
"¿Funcionar… para qué?"
Si lo que buscas es evitar el problema, claro, un sedante o un poco de alcohol lo adormece. Pero el miedo sigue ahí, intacto, esperando a la próxima vez.
Es como meter la basura debajo de la alfombra. Durante un rato parece que no está… hasta que tropiezas con el bulto.
El peligro de usar pastillas o alcohol para volar
Las pastillas más comunes que la gente toma antes de un vuelo son benzodiacepinas, como el lorazepam o el diazepam. Son fármacos ansiolíticos que producen un efecto de relajación, pero también pueden generar dependencia y tolerancia con el tiempo.
¿El problema?
No solo no solucionan el miedo, sino que pueden hacer que con el tiempo necesites más cantidad para lograr el mismo efecto. Lo que hoy es una, mañana son dos. Y pasado, tres.
Además, muchas personas creen que si algo sale mal en el vuelo, estar sedados evitará que entren en pánico. Pero lo cierto es que estar bajo los efectos de un sedante puede reducir tu capacidad de reacción ante situaciones inesperadas.
¿Y el alcohol? Bueno, ya sabemos lo que hace con los reflejos y el juicio. Sumarlo a una situación donde ya hay ansiedad no parece la mejor idea.
El riesgo del "par de copas antes de volar"
Tomar alcohol antes de un vuelo puede generar un falso sentido de relajación, pero en realidad, el alcohol deshidrata, afecta la calidad del sueño y puede potenciar los síntomas de ansiedad.
Al estar a más de 10.000 metros de altura, la presión en cabina ya reduce la cantidad de oxígeno en la sangre, y el alcohol puede hacer que te sientas más mareado, con mayor fatiga y con menor control de tus emociones.
Si alguna vez te ha dado un ataque de pánico en pleno vuelo, el alcohol solo lo empeora.
La única forma real de superar el miedo a volar
Si de verdad quieres superar el miedo a volar, hay que enfrentarlo de otra manera. No sedarlo. No ocultarlo.
Sé que suena difícil, pero todas las personas que han superado su miedo a volar lo han hecho enfrentándolo poco a poco, con información y técnicas adecuadas.
Sí, al principio es incómodo, pero también lo es aprender a nadar sin flotador. Y al final, lo consigues.
Conclusión
Las pastillas y el alcohol pueden ser una solución rápida, pero no resuelven el problema. Solo lo aplazan.
Si crees que un par de copas o una pastilla te ayudan a volar tranquilo, imagina lo que podrías lograr sin ellas.