A lo largo de mi carrera como piloto profesional, una de las preguntas que más me han hecho es esta:
«¿Y no te da miedo volar?»
Es una pregunta interesante, ¿no crees? Porque, aunque parezca sencilla, en realidad encierra algo más profundo: la percepción que todos tenemos sobre el miedo.
Quiero aprovechar este espacio para reflexionar contigo sobre el miedo, sobre cómo lo vemos y cómo, si lo entendemos bien, puede convertirse en una herramienta poderosa en nuestra vida.
El miedo: Un sistema de protección natural
Cuando alguien me pregunta si me da miedo volar, la respuesta lógica sería:
«No, no tengo miedo a volar.»
Pero, si me detengo a pensarlo, la verdad es mucho más compleja. El miedo, lejos de ser un enemigo, es uno de los sistemas de defensa más efectivos que tenemos.
Piénsalo por un momento.
El miedo es lo que nos ha mantenido vivos y a salvo durante miles de años. Es lo que nos hizo evitar acercarnos demasiado al fuego, lo que nos mantuvo lejos de los depredadores y lo que nos ayuda, incluso hoy, a tomar decisiones más conscientes.
Por ejemplo, el miedo fue lo que me ayudó a mantenerme lejos del borde de aquel acantilado espectacular que visité hace unos años. No fue porque no confiara en mí mismo, sino porque mi instinto me recordó que la seguridad es primero.
El miedo tiene mala fama
En nuestra sociedad, el miedo suele verse como algo negativo. Como una emoción que debemos ignorar o superar a toda costa. Pero, en mi experiencia, no es así.
El miedo no está ahí para frenarte. Está ahí para protegerte.
La clave está en aprender a escucharlo, gestionarlo y convertirlo en un aliado.
El miedo en mi carrera como piloto
Si regreso a la pregunta inicial —¿me da miedo volar?—, debo decir que, al inicio de mi carrera, sí lo sentí. Pero no era un miedo paralizante; era un miedo que me ayudaba a estar alerta, a prepararme mejor, a asegurarme de que todo estaba en orden antes de despegar.
Con el tiempo, ese miedo dejó de ser un obstáculo y se convirtió en una herramienta. Hoy, después de 25 años en el aire, puedo decir con orgullo que soy un piloto seguro, y gran parte de eso se lo debo a mi capacidad para escuchar y gestionar mi miedo.
Por ejemplo:
- El miedo es lo que me motiva a revisar cada detalle antes de un vuelo.
- Es lo que me impulsa a seguir estudiando y preparándome constantemente.
- Es lo que me permite tomar decisiones seguras incluso en situaciones inesperadas, como cuando el aeropuerto de destino está cerrado y debo proceder a uno alternativo.
¿Qué sucede cuando gestionamos el miedo?
Hoy, no vuelo «con miedo». Mi sistema de alarma ya no dispara adrenalina cuando atravieso zonas de turbulencia o enfrento condiciones meteorológicas adversas. Pero no porque el miedo haya desaparecido, sino porque lo he integrado como una parte esencial de mi preparación y mi experiencia.
El miedo me recuerda que siempre puedo mejorar, que siempre puedo ser más seguro, más preciso y más consciente.
¿Cómo puedes aplicar esto en tu vida?
El miedo no es exclusivo de los pilotos. Todos lo sentimos, en mayor o menor medida, en distintas áreas de nuestra vida. Puede aparecer cuando enfrentamos un cambio, cuando tomamos decisiones importantes o incluso cuando intentamos superar un reto, como vencer el miedo a volar.
Mi invitación es esta: no huyas del miedo. No lo ignores ni lo veas como un enemigo. En lugar de eso:
- Escúchalo. Pregúntate qué quiere decirte.
- Aprovéchalo como una herramienta para prepararte mejor.
- Reconócelo como un aliado que está ahí para ayudarte.
El miedo como punto de partida
En mi caso, el miedo no solo me ha ayudado a ser un mejor piloto, sino también una mejor persona. Me ha enseñado a tomar decisiones más conscientes, a valorar la preparación y a confiar en mis capacidades.
Y estoy convencido de que tú también puedes convertir el miedo en tu mejor aliado.
La próxima vez que sientas miedo, recuerda: no está ahí para detenerte. Está ahí para darte una pausa, una oportunidad de reflexionar, prepararte y avanzar con más seguridad.
¿Y tú, cómo gestionas tus miedos?
Me encantaría conocer tu experiencia y reflexionar juntos sobre este tema. Déjame un comentario y conversemos.